Nueva Zelanda, notable por su aislamiento geográfico, está situada a cerca de 2.000 kilómetros al sureste de Australia en el mar de Tasmania, y sus vecinos más cercanos al norte son Nueva Caledonia, Fiyi y Tonga. Debido a este largo aislamiento, en el país se desarrolló una fauna endémica dominada por las aves, muchas de las cuales se extinguieron después de la llegada de los humanos y los mamíferos que introdujeron.[4] La mayor parte de la población neozelandesa es de ascendencia europea; los indígenas maoríes son la minoría más numerosa.[5] Los asiáticos y los polinesios también son minorías significativas, especialmente en las zonas urbanas. Aunque tiene tres idiomas oficiales, el más hablado es el inglés.[6]
Sus ciudades constantemente se sitúan entre las de mejor calidad de vida en el mundo. Isabel II, como reina de Nueva Zelanda, es la jefa de Estado del país y está representada por un gobernador general,[7] mientras que el poder ejecutivo es ejercido por el gabinete y el Primer Ministro. Nueva Zelanda es un país desarrollado que siempre se posiciona en lugares altos de varios listados internacionales sobre muchos temas, incluyendo la falta de corrupción, el nivel de educación y la libertad económica.[1]